La inteligencia emocional: Los 4 pasos de Daniel Goleman

La inteligencia emocional es el conjunto de capacidades que poseen las personas para entender, reconocer y lidiar con sus propias emociones, sentimientos y sensaciones, y las de los que le rodean, como son, por ejemplo: la empatía, las habilidades comunicativas, la perseverancia y el autocontrol.

La inteligencia emocional es importante porque determina nuestra habilidad para relacionarnos con los demás y para conseguir nuestros objetivos incluso en situaciones poco agradables. Cuando tienes desarrollada la inteligencia emocional tienes más posibilidades de éxito en tu vida.
No consiste en ser siempre una persona agradable, ni en ser habilidosamente manipuladora, como se piensa a veces. Consiste en saber gestionarnos a nosotros mismos aun en las dificultades y en poder coordinarnos con los demás de una forma eficiente y satisfactoria.
En este artículo hablaremos de los 4 pasos para desarrollar la inteligencia emocional según el famoso psicólogo estadounidense Daniel Goleman, considerado el mayor divulgador de la inteligencia emocional. Para Goleman, estos son los pasos importantes para lograr un desarrollo óptimo en el ámbito laboral, en especial, en las relaciones que formamos en el trabajo. Desde mente capaz te animamos a que los explores y, sobre todo, que los contemples en este orden. ¿Por qué? Porque se pueden entender como una escalera, cada uno de ellos te da acceso a los siguientes en mejores condiciones.
Los 4 pasos para desarrollar la inteligencia emocional son los siguientes:
La percepción emocional

La inteligencia emocional empieza con nosotros mismos, necesitamos ser conscientes de cómo nos sentimos, ser capaces de detectar nuestras emociones y su conexión con nuestras ideas sobre el mundo y con nuestros objetivos y valores.
Esta consciencia emocional nos va a servir de guía en nuestra toma de decisiones y cómo actuaremos en cada momento. Este paso es la clave fundamental en la que se asientan el resto de pasos.
Practicar este paso es muy sencillo. Te propongo dos opciones:
La primera es que elijas tres momentos cada día para parar, respirar y preguntarte: ¿cómo me siento? ¿qué emoción estoy sintiendo? ¿cómo está mi cuerpo? ¿qué pensamientos tengo? Y los observes con curiosidad, para conocerte mejor.
La otra opción es que cada vez que estés sintiendo una emoción fuerte, la anotes. Si puedes en ese momento, párate a observarla, ¿con qué situación ha aparecido? ¿dónde la sientes en el cuerpo? ¿qué pensaste? ¿qué relación tiene esa situación con tus valores y tus objetivos? Si no puedes en ese momento, puedes dedicarle unos minutos en tu revisión del día a esa y a las otras dos más fuertes que hayas tenido en ese día.
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